Está ahora mismo sumergido en la promoción de su quinto largometraje, El Intercambio. Acompañado de un elenco sobresaliente como Pepón Nieto, Hugo Silva, Rossy de Palma o Natalia Roig, Ignacio Nacho ha dirigido y escrito esta película que ni él mismo puede calificar: una comedia con tintes de drama, suspense, humor negro… pero sobre todo diversión a raudales.
El guión de la película está firmado por ti, ¿cómo surge esta historia?
La historia surge porque quería hacer un proyecto que fuera viable económicamente. A veces a los autores se nos va la cabeza escribiendo películas muy ambiciosas y yo quería hacer una íntima, con una sola localización, con pocos personajes… y, sobre todo, divertida. Entonces, sobre esa base, abarcar el tema del intercambio de parejas me pareció una buena opción.
El Intercambio está formado por un reparto lleno de caras conocidas como Pepón Nieto, Rossy de Palma o Hugo Silva, ¿cómo fue la elección del casting? ¿Había una idea previa?
Uno cuando escribe siempre fantasea, es inevitable. Según desarrolla el tono de los diálogos va pensando en los actores, pero desde luego si cuando lo estaba escribiendo me llegan a decir que iban a hacerlo estos pedazos de monstruos, no me lo hubiera creído. Está muy por encima de lo que yo aspiraba.
El rodaje tuvo lugar en Málaga durante el verano de 2016, ¿cómo se desarrolló esta fase del proyecto?
Los rodajes siempre son complicados. Es un proceso muy complejo, durante un periodo de tiempo concreto… y este, especialmente, fue duro porque nosotros éramos una especie de comunidad porque vivíamos aislados en un hotel cerca del set de rodaje, en un pueblecito con pocos habitantes, entonces nos obligaba a tener un nivel de convivencia casi constante. Vivíamos en el mismo sitio, comíamos en el mismo sitio, cenábamos en los mismos sitios… ha sido muy agradable, aunque podría haber sido también una situación incómoda. Pero se dieron los astros para que fuera todo en la misma dirección.
Se hace una crítica sumergida en la película que se ve en la actitud del personaje interpretado por Pepón Nieto. Le hace entender a su mujer que el físico no importa, pero se viene abajo cuando se encuentra con la pareja que realmente le ha tocado, alguien que no es de su agrado. Y también se puede ver en el personaje de Hugo Silva, teniendo que hacer perfiles falsos, ¿crees que la sociedad sigue dándole demasiada importancia a este aspecto de las apariencias?
Sí, yo creo además que cada vez más. Es un problema no solo que no cesa, sino que aumenta. Hay una obsesión por permanecer joven, también. “Yo valoro más el interior”, eso es una falacia absoluta.
A simple vista la película tiene tintes de comedia negra, pero en su interior se termina convirtiendo en una historia de amor, o al menos así lo he visto, ¿cómo la describirías tú?
Es una especie de película multigénero. Me parece interesante abrir pasadizos por los que el espectador se deje llevar, y no sepa si ve una comedia, un thriller, una película de suspense… Esto ha sido intencionado. Puede ser que desconcierte un poco al espectador, pero yo creo que es más positivo que negativo.
En el personaje de Pepón Nieto, ¿se hace real eso de más vale lo malo conocido…?
A mí eso me parece duro. Yo creo que lo malo conocido siempre es malo. El caso de Pepón es que tiene algo muy bueno conocido. El gran problema del personaje de Pepón es que no quiere aceptarse a sí mismo. No es el problema de su compañía, sino de él. Lo que quiere hacer ver la película es que todos tenemos máscaras, y que cuanto antes nos la quitemos mejor, tanto para nosotros como para los que nos rodea.
¿Qué es lo que más te ha sorprendido de este proyecto? ¿Cómo ha sido la experiencia de tu primer largometraje como director?
Ha sido muy amable y muy apasionante. Nunca he tenido la oportunidad de dirigir a un elenco tan potente, con todo el respeto a todos los anteriores. Me refiero no solo al interpretativo, sino al mediático, al bagaje internacional. Todo lo veía razonable, desde mi mirada, y el nivel de implicación ha sido absoluto. Y eso para mí ha sido lo más enriquecedor.