'Christina Rosenvinge: «La relación entre Karen Blixen y su criado Farah fue intelectual, emocional, de respeto mutuo»'

Karen es la segunda película de la directora cacereña María Pérez Sanz. En ella, Christina Rosenvinge, además de componer la música, interpreta a la escritora danesa Karen Blixen, quien entre otros apodos artísticos adoptó el de Isak Dinesen, con el apellido paterno. Su obra literaria llegó incluso al cine, y triunfó con filmes como los oscarizados El festín de Babette y Memorias de África.

Karen, un intenso viaje en busca de Isak Dinesen Christina Rosenvinge

En Karen encarnas el papel de la novelista danesa Isak Dinesen (Karen Blixen). Antes que nada me gustaría saber ¿qué te ha supuesto personalmente esta experiencia de interpretar un personaje como ella?

Ha sido un desafío porque aunque en mis primeros años sí estudié interpretación e hice algunas películas, era algo que tenía aparcado. De repente, que resurgiera de la mano de María (Pérez  Sanz) me pilló la oferta completamente desprevenida. Primero me encargó la música y después, el papel. Yo tenía mis reservas pero María, que es muy jefa, muy capitana, me supo convencer. Derribó todas mis reservas rápidamente, sobre todo teniendo la propuesta sobre la mesa, una propuesta muy valiente porque hacer una película en español, en Extremadura, que alude a la historia que se cuenta en Memorias de África, que es una película que todo el mundo ha visto, con una actriz suprema como es Meryl Streep, y sobre una novela como Memorias de África, que es una de las más grandes del siglo XX, era una apuesta muy ambiciosa. Pero la forma como la enfoca María es totalmente diferente a lo previsible. Era como contar el reverso doméstico, desmitificado, reducido a la historia del fracaso de la granja africana de Karen Blixen, llevada a lo puramente intimista y personal. Era una apuesta muy valiente y con eso fue con lo que me enganchó. 

Y como artista, este proyecto distinto a los que sueles tener al ser principalmente cantante y compositora, ¿qué te ha proporcionado? Al fin y al cabo los cantantes actuáis cuando interpretáis vuestros temas.

Exactamente. Para mí son todas caras del mismo poliedro. Considero que la interpretación y la escritura están muy unidas. Cuando escribes canciones como preparación para escribir se escribe mucha prosa. Y la interpretación no se puede entender como cantante sin tener el mismo músculo que utilizan los actores, que es estudiar un texto, conocerlo de arriba a abajo, interiorizarlo para luego olvidarte completamente de lo que has aprendido y ser capaz de recrearlo como si fuera la primera vez y en circunstancias completamente antinaturales y hasta hostiles como puede ser el rodaje de una película y tocar escenarios con problemas técnicos, por ejemplo. Lo que has preparado en la intimidad lo tienes que recrear con toda su potencia como si fuese la primera vez. Y si tienes trabajado ese músculo, es muy importante para las dos disciplinas, que para mí son hermanas.

En los tiempos convulsos que vivimos es agradable ver una película en la que los personajes dialogan de tú a tú, a pesar de la diferencia de clases que había entre Karen (Isak Dinesen), la señora, y Farah, su sirviente.

Sí. Es que la historia es así realmente.  No hemos inventado nada. Cuando Karen Blixen, 30 años después de publicar Memorias de África, y era una escritora consagrada, vuelve a revisar su aventura africana en Sombra en la hierba, lo que realmente vuelve a su memoria y lo que resurge con más potencia es la figura de Farah, que es su compañero en muchos sentidos en toda esa aventura. Fue su columna vertebral, la cuidaba cuando estaba enferma, llevó muchos aspectos de la casa y no se puede comprender uno sin el otro. Farah asumió esa responsabilidad como algo propio. No fue una relación de una colona y un trabajador. Hay una relación intelectual, emocional, de respeto mutuo y, sobre todo, conectan por sus creencias místicas; los dos creen en Dios y en el destino. Son personajes hermanos, de alguna forma. Y es de lo que intenta hablar la película.

En una de las escenas, Karen dice de Farah: «somos una unidad de destino… es una de las personas que más quiero en el mundo». Ella encontró en él ese confidente que necesitaba.

Efectivamente, la relación que mantuvo Karen Blixen con sus trabajadores fue completamente distinta a la que tuvieron los colonos británicos con los suyos. Para ella eran parte de su familia. Se preocupaba por ellos mucho más del tema económico, de su bienestar. Creó colegios, se implicaba en sus familias y, sobre todo, tenía mucho interés por el funcionamiento de la sociedad africana, donde veía una sabiduría ancestral que le despertaba mucha admiración. 

El Festival de Sevilla, ventana a las voces más audaces del cine español Christina Rosenvinge

Karen es un retrato íntimo, doméstico de Karen Blixen, alejado de buscar la figura de la novelista. ¿Qué has conocido de ella que no supieras y sea necesario destacar?

Volví a leer todos sus libros. La mayoría de ellos los leí en los noventaytantos. Para mí fueron muy importantes en esos años y despertó en mí el ansia de aventuras. Y los volví a leer con otra interpretación muy distinta desde el mundo tal y como está ahora, y es verdad que es un personaje controvertido. No tengo una sola visión de él. Es insondable en cierto sentido. Además, ella misma en sus últimos años se convierte en una especie de diva literaria que recrea su propio personaje. Es interesantísima. 

La relación que has mantenido con María Pérez Sanz, la directora, ha sido casi perfecta, de compenetración. Eso resuelve muchos inconvenientes en el trabajo, sobre todo por la doble complicidad surgida por la composición por ti de la música y tu interpretación de Karen Blixen.

Bueno, ha sido perfecta incluyendo muchas fricciones. Y de hecho tiene que ser así. Ha habido ciertos momentos en los que no estábamos de acuerdo, y ha habido situaciones tensas que nos han obligado a ceder a una y a otra. Las cosas deben suceder así. Para mí es enriquecedor. Y es lo que más me ha gustado de esta experiencia: poner lo que he aprendido y mi sabiduría al servicio de la visión de una directora joven que tiene toda la potencia en este momento y la visión nítida y pura de lo que quiere hacer. 

Entre Karen Blixen o Isak Dinesen y tú hay un vínculo como vuestro origen danés, aunque tú nacieras en Madrid. Es curioso que la vida te tuviera deparado algo así, ¿verdad?

(Risas). Y además, que es una de las grandes figuras. En Dinamarca es importantísima. Ahí ha habido una gran responsabilidad (risas). 

Fotografía de portada de Iván Castellano – Festival de Cine de Sevilla.

PUBLICADO POR:

¿QUIERES COMPARTIR ESTE POST?

DEJA UN COMENTARIO

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *