'Alfonso Sánchez y Alberto López nos acercan a su nueva película, ‘Para toda la muerte’'

Este viernes, 31 de enero, llega a los cines la nueva aventura cinematográfica del tándem formado Alfonso Sánchez y Alberto López. Para toda la muerte es la historia de José Vicente, quien tras aprobar las oposiciones para las que se ha estado preparando durante ocho años, recibe la noticia de que finalmente no tendrá plaza, lo que le llevará a plantearse qué estaría dispuesto a hacer para conseguirla. Sánchez se vuelve a poner tras la cámara, como ya hiciera en El mundo es suyo (2018) o En el mundo es nuestro (2012). Aunque vuelven a compartir escenas, en esta ocasión cede todo el protagonismo a Alberto López. Cuando hablamos de este dúo sevillano, nos referimos a unos currantes de pro, que desde la escena independiente, luchan al máximo por dar visibilidad a su trabajo, marcado por la constancia. Todo esto se ve recompensado con el cariño y la fidelidad de un público que se vuelca con cada nueva aventura.

Alfonso Sánchez y Alberto López nos acercan a su nueva película, ‘Para toda la muerte’
Fotografía de Andrea del Zapatero

En la promoción de la película ha habido un lema que era “¿Qué harías por un trabajo para toda la vida?”. En tu caso, ¿qué harías?

Alfonso Sánchez: ¿Yo? Salir corriendo (risas). Yo creo que me dedico a esto porque soy culillo de mal asiento, no podemos estar quietos en un sitio. De hecho, he estado a veces en una serie de éxito, como por ejemplo Allí Abajo, y de repente lo dejas porque te cansas, quieres hacer otras cosas, quieres seguir investigando… Al final, en la vida no sabes cuándo va a llegar el día “del hasta luego”. Y a medida que te vas haciendo más mayor, te vas dando cuenta de que la vida es muy poco tiempo. Te apetece vivir aventuras, y para mí cada trabajo, cada personaje, cada película, cada reto, cada serie, cada obra de teatro, y te diría que cada viaje que hago a cualquier sitio, cada día… es una aventura. En ese sentido soy más aventurero, un corsario, más un pirata. Así que prefiero ese tipo de vida. Admiro profundamente a la gente que tiene la capacidad de poder estar en un sitio, organizar su tiempo, luego vivir aventuras en su tiempo libre. Pero yo no valgo para eso.  

La historia que se cuenta en Para toda la muerte has comentado que tiene su germen en una anécdota familiar. Lo que le pasa al personaje de José Vicente es algo que se puede llegar a decir de broma, pero que tal y como están las cosas se puede hacer realidad.

Alfonso Sánchez: Supongo que se le puede pasar por la cabeza a cualquiera. Pasaba mucho en la típica película sobre el mundo del espectáculo, típica zancadilla profesional que se hace para quitar al otro, para que se lesionara y ocupar su puesto. El típico quítate tú para ponerme yo. Por eso te digo, es algo muy humano. 

Parte de que había un familiar que un día se lo planteó  y dijo “yo voy a prepararme una oposición, porque me gusta estudiar, porque tengo capacidad…”. Y se metió en eso, y de repente cambió sus aficiones. Era una persona callejera, de estar con la gente, salir… Y eso lo abandonó completamente, tenía los horarios de todos los días estructurados… Me pareció fácil ver cómo una persona puede cambiar su mundo de la noche a la mañana, y enfocar toda su energía en conseguir algo como una oposición. Cuando por fin aprobó, hicimos una fiesta, y durante esa cena  dijo “esperad un momento que todavía no tengo plaza”. Y le pregunté “que después de todo lo que has hecho, ¿nadie te asegura que vayas a tener una plaza? Entonces qué solución hay? Imagínate que te quedas ahí el penúltimo, en el corte justo”. “Pues voy y quito al otro”. Y una cosa que surgió como una broma, se convirtió en una anécdota, y de ahí la productora, Agus Jiménez, vio por aquí es un hilito del que tirar. Tiramos, y de ahí viene Para toda la muerte

Alfonso Sánchez y Alberto López nos acercan a su nueva película, ‘Para toda la muerte’
Fotografía de Andrea de Zapatero

Hay veces que las historias están en lo más cotidiano sin darnos cuenta. En pequeños detalles.

Alfonso Sánchez: Creo que hay una historia en cada día, en cada cosa que hacemos. Muchas veces olvidamos que las mejores historias son las cotidianas. Me viene a la mente una peli, que es un clásico del neorrealismo italiano, El ladrón de bicicletas. Es un señor que necesita su bicicleta para trabajar, y de repente se la roban. Y se convierte en una peripecia para intentar solucionarlo, porque además de eso depende su vida. Y es una peli que te lleva por mil estados de ánimos, empatizas con el personaje, te presenta una realidad desde un momento histórico. Eso es lo maravilloso del cine. De un elemento puntual que te puede pasar. Hay también una película de Alfonso Paso, Usted puede ser un asesino, que el título me parece que es muy definitivo sobre eso. Cualquiera puede verse en una situación parecida a Jose Vicente, y en esa situación, ¿qué sería capaz de hacer cualquiera? Me parece muy interesante plantearle eso al espectador. 

Realmente cada uno de los personajes tiene un motivo diferente por el que matar al personaje de Hugo, y en determinadas situaciones de puede ver quiénes somos realmente o hasta dónde podemos llegar por conseguir algo.

Alfonso Sánchez: Somos maravillosos los seres humanos, tenemos lo mejor y lo peor del universo. Es lo grande,el libre albedrío. Cada uno puede elegir lo que ser. Hay muchas pelis que hablan de eso, se me viene a la mente Star Wars, está el lado oscuro y el lado luminoso. “Luke elige lo que quieres”. Aquí es la dicotomía del personaje de José Vicente, él dice “tomar a la gente por tontas por el mero hecho de ser buenas personas, hace que el mundo esté lleno de hijos de p*”. La reflexión es muy grande, pero lo más divertido está en la pregunta que le hace el personaje de Pepa: “¿Tú, buena persona? ¿Un tipo que está aquí intentando cargarse a otro?”. Y esa es la propia lucha interna del personaje, que es de lo que va la peli. Hay una película maravillosa del cine sevillano, de Summers (él es de Huelva, pero vivió y desarrolló su trabajo aquí, de hecho la peli se desarrolla en Sevilla), y se llama To er mundo é güeno. Y plantea, a través de cámaras ocultas, situaciones límites a gente de la calle para ver hasta dónde podían llegar. Es muy interesante. Creo que es lo que deben plantearle el cine y el arte al espectador. Hacerlo reflexionar sobre su propia escala de valores.    

Alberto López y tú habéis estado viajando durante el mes de enero por todo el país llevando Para toda la muerte hasta 22 ciudades. Hay ocasiones en las que es necesario tirar de ingenio para poder dar visibilidad a los proyectos, al no ser posible por otra vía, ¿no?

Alfonso Sánchez: Sí, es muy español. Te puedo poner como ejemplo a Rinconete y Cortadillo o al Lazarillo de Tormes. Creo que la picaresca es una manera de buscarse la vida en un país como España, que lo ha tenido todo, pero en el que todo ha estado siempre muy estratificado. España es un país que ha funcionado mucho por clase social, por a qué círculo perteneces, a quien conoces, las relaciones que tienes… En ese sentido es verdad que nosotros somos muy independientes, siempre hemos seguido nuestro camino. Cuando no estás tan metido en eso, o no te apetece estar tan metido, y confías en tu talento, en tu producto, y en que ese producto lo puedes vender, tienes que buscar otras alternativas, y por eso nos hemos saltado a todos los intermediarios, llegando directamente al público. Y bendito internet, y bendito YouTube, que es el vínculo que nos permitió poder hacer eso. 

Alfonso Sánchez y Alberto López nos acercan a su nueva película, ‘Para toda la muerte’
Fotografía de Andrea del Zapatero

Podéis presumir del cariño y la fidelidad que tiene el público por vosotros. En el caso de esta promoción que acabáis de hacer, ¿cómo ha sido la respuesta?

Alberto López: Maravillosa. El público ha estado alegre, feliz, en un mes que es durillo. Todos sabemos que la cuesta de enero está ahí, emocionalmente después de unas fiestas tan familiares como la Navidad, una fiesta en la que se gasta mucho dinero… La gente valorando el hecho de ir a su ciudad desde Sevilla, que le hablamos de la peli, que le regalamos otra peli… Gente llamando: “¡Primo, baja! Que están aquí el médico y el camarero de Allí Abajo, los de 8 apellidos, los de la peli ésta del atraco…”. Ha sido una experiencia irrepetible, magnífica y muy bonita. La respuesta del público ha sido gratificante, y estamos contentos que luego esa respuesta se traduzca en visitas al cine para apoyar el proyecto, y para darnos alas para continuar.  

Esta es la primera película que has dirigido en la que le has cedido el protagonismo en solitario a Alberto, ¿cómo ha sido dirigirlo en esta ocasión?

Alfonso Sánchez: Más cómodo al no tener que estar dentro y fuera, sobre todo teníamos muchas escenas juntos en las otras películas. Aquí lo puedo ver un poco más desde fuera, es más cómodo, puedes estar más en el detalle, pero la sensación ha sido la misma. Tenemos una manera de trabajar muy férrea desde el minuto uno, un estilo, una técnica, un sistema… Ha sido el sistema de siempre, el mismo disfrute, y el mismo compromiso y riesgo. Hemos vivido también momentos de tensión. Ha habido de todo.

Alberto López: Sí que es cierto lo que dice Alfonso, es más cómodo, pero es verdad que al ser más cómodo, tienes más tiempo para exigir más. Y eso dentro de la comodidad, no es que complique las cosas, sino que sube el nivel de exigencia, tanto por su parte como director, como por su parte de lo que espera de mí. Se ha complementado su comodidad y confort como director, con un grado más de exigencia que ha sido duro y difícil, pero muy bonito de vivir.    

Tras una década trabajando juntos y de amistad, ¿qué diríais que os aportáis el uno al otro?

Alberto López: Nos aportamos amistad, lealtad, confianza, valoración, admiración mutua, muchos aspectos que son vitales para mantener una amistad ya sea con tu colega, con tu compadre, con tu hermano, con tu pareja… Lo que nos aportamos es vida, vivencias, respeto y admiración.

Alfonso Sánchez: Creo que también nos aportamos algo, que para ser artistas es fundamental, y es seguridad para arriesgar. Tenemos tanta seguridad y tanta confianza el uno en el otro, y tanta solidez en el proceso de trabajo, que nos permitimos arriesgar como artistas. Y eso es guay.

Para toda la muerte es una película con mucho ritmo, muy teatral, ¿cómo habéis vivido el rodaje?

Alfonso Sánchez: Muy cuidado. Hemos sido muy conscientes de lo que teníamos. El tiempo es muy relativo, ya habló Einstein de ello y es cierto. El problema no es el tiempo que tú tengas, el problema es como decía el instructor de Top Gun a Tom Cruise, no extiendas cheques que tu bolsillo no pueda pagar. Nosotros hemos sido muy conscientes del presupuesto que teníamos, de la película que queríamos hacer, y de la capacidad que teníamos para hacerla. Entonces hemos amoldado, como decía Shakespeare, la acción a la palabra, y la palabra a la acción. En este caso, el presupuesto a la puesta de escena, y la escena al presupuesto. Y es lo más destacable de la producción de la película. Evidentemente esa preparación viene por la parte técnica, del equipo de arte, de fotografía, todas las jefaturas técnicas, por un lado. Y luego de los actores, que venían con mucho trabajo hecho, y con un proceso de ensayos muy intensos, muy trabajado, con el tiempo justo que necesitábamos para trabajar. Además de un guion muy sólido de 13 versiones, que quieras o no es la base.

Para finalizar, ¿qué le diríais a los lectores para que vayan al cine a ver Para toda la muerte?

Alberto López: Que vayan al cine a disfrutar, que lo van a pasar muy bien, hay que apoyar iniciativas que crean industria, cine independiente, hecho con mucho esfuerzo, con mucho amor… 

Alfonso Sánchez: Película 90% andaluza.

Alberto López: ¡Venios al cine, no esperéis! ¡Os necesitamos!

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