La vida de Violeta es como un gran edificio por el que sube de manera parsimoniosa, escalón por escalón, mirando cada detalle, planta por planta, preguntándose en cuál ha de pararse, dónde está su destino. Jugando con el título de la ópera prima de Mamen Díaz, Violeta no coge el ascensor, es como si por las dudas o por la ausencia de un punto determinado al que dirigirse prefiriera subir por las escaleras y no por el ascensor, para dominar el tiempo y controlar cada paso que da.

Presentada en 2019 en el pasado Festival de Cine de Sevilla, Violeta no coge el ascensor supone un buen y prometedor comienzo de Mamen Díaz en la dirección. Ya entonces, durante la celebración del evento cinematográfico hispalense dimos en Gatrópolis buena cuenta de esta ópera prima que nos presenta a una joven llamada Violeta, que se encuentra en un momento vital dominado por la incertidumbre tanto en el ámbito profesional como en el de las relaciones interpersonales.
El desarrollo de la trama en pleno verano madrileño le da a la historia un ritmo aún más pausado, concediendo una importancia relevante a los diálogos y a la exposición de las múltiples dudas que asaltan no sólo a Violeta, sino a sus compañeros en la historia.

En el papel protagonista encontramos a una brillante Violeta Rodríguez, quien transmite la naturalidad y el realismo que parece buscar Mamen Díaz con su cinta. Esto, a tenor del ritmo de la misma, de la interpretación del resto del reparto, asimismo muy creíble, y de detalles curiosos como la inclusión de algunos momentos del making of en la trama.
Junto a la mencionada Violeta Rodríguez también están en el elenco Fernando Delgado-Hierro, Pablo Chaves, Aixa Villagrán, Julián Villagrán, Sara Diego, Asier Gil, Pilar Torres, Pablo Gómez Pando o Macarena Sanz.
Estrenada, como decimos, en 2019, Violeta no coge el ascensor es una película de bajo presupuesto que cuenta con un guión coescrito por las mismas Mamen Díaz y Violeta Rodríguez, quienes además han coproducido la película.