“Deseo que alguna vez se me valore por mis cualidades, no por ser hija de Giuliano Gemma”. Algo así comenta en uno de sus muchos momentos de desesperación la actriz Vera Gemma. Efectivamente, hija del mítico actor de spaghetti western, eso no lo puede evitar, que triunfara en un género cinematográfico muy popular en Italia. El artista (Roma, 2 de septiembre de 1938; Civitavecchia, 1 de octubre de 2013), tuvo dos hijas, la referida Vera y Giuliana. Ambas con una vida marcada por la alargada sombra de su progenitor. Tanto es así, que hasta su muerte en un accidente de tráfico dejó una huella aún más indeleble, ya que las circunstancias del fallecimiento hacen que Vera realice los desplazamientos en coche con un chófer y no conduciendo personalmente.
En el pasado Festival de Cine de Sevilla, Tizza Covi y Rainer Frimmel presentaron Vera, una película (a modo de falso documental) en la que las dos hijas de Giuliano Gemma intervienen, y cuyo título, obviamente, se debe a Vera Gemma, quien es la protagonista (Premio a la Mejor Actriz en Venecia).
Vera, ganadora en el mencionado Festival de Venecia del Premio a los Mejores Directores en la sección Orizzonti, es una historia capaz de arrancar una sonrisa cómplice al espectador, por la naturalidad de la actriz, pero a la vez de enorme sensibilidad. Porque la obra está basada en unos sentimientos reales, tanto de Vera como de Giuliana, los que provocan las ausencias de sus padres y esa figura predominante que en sus vidas fue el actor Giuliano Gemma, un hombre de enorme carisma, triunfador, atractivo, un atleta que comenzó en el séptimo arte como especialista por sus portentosas condiciones físicas.
Vivir a la sombra de un padre así es complicado, marca mucho, pero no sólo a los interesados sino al resto de personas que le conocieron y admiraron «Tener a tu padre te debe de haber abierto muchas puertas«, le dicen a menudo con un arma de doble filo. Ese elemento de la belleza también es algo que predominó en la relación filiopaterna y que influyó en la personalidad, sobre todo de Vera. El aspecto físico fue algo de enorme valor en el seno de su familia.
Pero un día y de manera inopinada, la vida cambia para la actriz, angustiada porque no encuentra trabajo en el cine, por la intromisión del recuerdo del padre en quienes la conocen, por la angustia por el físico. Un hecho va a marcar un punto y aparte. Su chófer, Walter, colisiona con una moto en la que van un hombre y su hijo, Manuel, de ocho años de edad. A partir de ese incidente, una relación extraña, más propiciada por la necesidad de estímulos de Vera que por otra cosa, va a marcar el desarrollo de la película. La artista establecerá contactos diarios con esa familia con la que también convive la abuela del chico. La picaresca será otro ingrediente del filme. Vera entrará en una unidad familiar que genera muchas suspicacias.
El guión de Vera está escrito por Tizza Covi; la fotografía es de Rainer Frimmel; y junto a Vera Gemma y Giuliana Gemma podemos ver a Daniel De Palma, Sebastian Dascalu, Annamaria Ciancamerla, Walter Saabel, Asia Argento, Gennaro Lillio o Alessandra Di Sanzo. Producen Tizza Covi y Rainer Frimmel (Vento Films).
