“Sobre las nueve de la noche de ayer se inició un importante motín en la cárcel Modelo de Barcelona, donde en días anteriores se habían producido incidentes protagonizados por reclusos por delitos comunes, al no haber sido promulgado ningún indulto que les afectara. Los amotinados, en número de varios centenares, destrozaron parte de la instalación eléctrica, incendiaron unas ochocientas colchonetas y agredieron a dos funcionarios de prisiones. La cárcel fue rodeada por importantes efectivos de la Policía Armada y la Guardia Civil. Desde el exterior podían apreciarse ruidos propios del disparo de balas de goma y botes de humo, mientras los reclusos proferían gritos de «iFuera, fuera!»”. Alfons Quinta, en El País, firmó el 30 de octubre de 1977 la noticia de un motín organizado por los presos en la cárcel Modelo de Barcelona.

En 2022, dos de los cineastas más relevantes del panorama nacional, Alberto Rodríguez y Rafael Cobos, han creado una película, Modelo 77, que nos devuelve a aquella España convulsa, que nadaba entre la ilusión y el recelo, entre la esperanza y el miedo, reconstruyéndose, a paso lento, como intentando no pisar mal para no volverse a caer. La última obra de ambos es un reflejo de aquella situación inestable en la que el país se movía. Y la de los presos en las cárceles españolas era un ejemplo de lo que ocurría. Únicamente que el problema que aquellos vivían estaba solapado por otros temas que despertaban más interés. Hasta que en la Modelo de Barcelona explotó el polvorín y la ciudadanía comenzó a ver el humo del fuego.
Modelo 77 es un thriller carcelario ambientado en un suceso real. Como decimos, Alberto Rodríguez en la dirección y Rafael Cobos como coguionista con el mismo realizador vuelven a remover los cimientos del cine español. Y una vez más nos regalan una película que en esta ocasión nos hace recordar a aquella España en blanco y negro que buscaba el color en plena Transición.
Y es que Modelo 77 lo reúne todo, ya que a la excelente trama que discurre durante varios años alrededor de la vida de Manuel (Miguel Herrán, genial, una agradable revelación) y de Pino (Javier Gutiérrez, en un papel medido, ajustado, de experto juicioso entre la juventud y el ímpetu del joven Manuel), el reparto se mueve con total comodidad, sin apreturas, sin nadie que esté de más, ejemplo fidedigno de la capacidad de Alberto Rodríguez para la dirección de actores y actrices. Miguel Herrán, como decimos, sobresaliente, en un papel al que ha sabido sacarle todo el jugo que tenía; Javier Gutiérrez, quien repite con el director sevillano, con el temple de aquel inspector de policía de Isla Mínima oscuro, que tanto ocultaba pero que tanto decía con sus gestos y sus actos.

Pero, además, Modelo 77 ofrece una música que no sorprende cuando sabes quién es su compositor, y que se ajusta a la historia, como la de Julio de la Rosa. La Fotografía, de Alex Catalán, otro que tal baila, es el elemento que definitivamente nos lleva, junto a la estupenda ambientación de los decorados, a aquella España de la década de los 70.
Junto a los mencionados Miguel Herrán y Javier Gutiérrez, los protagonistas, un preciso y agudo Jesús Carroza, quien vuelve a aprovechar la oportunidad para lucirse, repitiendo con Alberto Rodríguez, ya que es uno de sus habituales; Fernando Tejero, Xavi Sáez (un registro distinto al que ha exhibido recientemente), Catalina Sopelana, Polo Camino, Alfonso Lara, Javier Lago, Iñigo Aranburu, Iñigo de la Iglesia, Víctor Castilla, Javier Beltrán, Julián Valcárcel, Aimar Vega, José Gabriel Campos, Daniel Mantero, Marc Pujol, Carlos Bernardino, Jordi Minguella, Xesco Palacín, José Luis Rasero, Julio Vargas o Ana Cecilia Mendes, conforman la nómina. Un casting elaborado por Eva Leira y Yolanda Serrano (Isla Mínima, Ocho apellidos vascos, El hombre de las mil caras, Todos lo saben, Grupo 7).
Modelo 77 está ambientada en la cárcel Modelo de Barcelona, en 1977. Este centro penitenciario, a su modo, se erige también en uno de los protagonistas de la película, ya que cuanto se cuenta en ella ocurrió en su interior y en el exterior de la misma. Allí llega un joven contable, encarcelado y pendiente de juicio por cometer un desfalco, se enfrenta a una posible pena de entre 10 y 20 años, un castigo desproporcionado para la cuantía de su delito. Pronto, junto a su compañero de celda, se une a un grupo de presos comunes que se está organizando para exigir una amnistía. Se inicia una guerra por la libertad que hará tambalearse al sistema penitenciario español. Si las cosas están cambiando fuera, dentro también tendrán que hacerlo.
Han producido Atípica Films y Movistar Plus+.
Fotografía de portada de Julio Vergne.