Dirigida por Micha Lewinsky llega a España una producción suiza estrenada ayer 10 de septiembre. Mis funciones secretas (Moskau Einfach!) es una comedia que durante poco más de hora y media nos permite disfrutar de una agradable puesta en escena que combina el buen humor con la política (en realidad, tocada de pasada) y el amor.
De un hecho real parte esta trama que lleva al policía Viktor (Philippe Graber) a ser infiltrado en un grupo de teatro sobre el que sobrevuela la sospecha de subversivos. El descubrimiento de la recopilación por la policía suiza de casi un millón de archivos secretos sobre ciudadanos con tendencias izquierdistas, lleva a este hombre de vida gris a cambiar sus hábitos, haciéndose pasar por un figurante en una obra de teatro de Shakespeare. Esta experiencia, de manera inopinada, le cambiará la vida.
Era otoño de 1989 y el Muro de Berlín está a punto de caer. Viktor tiene como misión obtener información sobre todas las personas relacionadas con el grupo teatral. Entre aquellos supuestos colaboradores de Moscú está la actriz Odile (Miriam Stein), de la que, como se espera, Viktor se enamora, poniendo en peligro el caso. Porque, efectivamente, y aunque Mis funciones secretas es una película que merece la pena ver, se desarrolla por unos parámetros previsibles; propios de una comedia al uso.
Además de los referidos Philippe Graber y Miriam Stein, en el reparto están también Mike Müller, Eva Bay, Saladin Dellers, Thomas Douglas, Vera Flück, Peter Jecklin, Urs Jucker, Kamil Krejcí, Sebastian Krähenbühl, Fabian Krüger, Michael Maertens o Ingo Ospelt.
Coguionizada por Plinio Bachmann, Micha Lewinsky y Barbara Sommer, Mis funciones secretas es una producción de Langfilm que recrea en clave de humor el esperanzador pero incierto final de la década de los 80, cuando Europa, y por ende el mundo, encaraba el último tramo de un largo camino que estuvo marcado por la Guerra Fría.
La música ha sido compuesta por Ephrem Lüchinger, y la fotografía, que refleja perfectamente la luz de aquellos convulsos años, corresponde a Tobias Dengler.