'Mi tío Frank y la importancia de tener un ejemplo para seguir'

Mi tío Frank es la última creación de Alan Ball. Conocido por ser el creador de A dos metros sobre el suelo y el guionista de American Beauty, estamos ante uno de los creadores más versátiles (recordemos que es director, productor y guionista). Siempre navegando entre obras oscuras y dramáticas, nos encontramos con Mi tío Frank, a mitad de camino entre el drama y la comedia.

En este filme encontramos dos protagonistas. Por una parte la que aparentemente es la protagonista al inicio de la historia, Beth (Sophia Lillis), quien gracias a la influencia de su tío decide entrar en la universidad para dejar atrás a su anticuada familia. Con una mente progresista, su hogar en Carolina del Sur se le queda pequeño. Contextualizada en 1973, Beth tiene una mente fuera de los cánones de su época y del estado donde vive. 

Mi tío Frank y la importancia de tener un ejemplo para seguir

El segundo protagonista en cuestión, sería su tío Jack (Paul Bettany), un profesor en la Universidad de Manhattan que convive con su amante Walid (Peter Macdissi); el tercer elemento de esta trama. 

Recordándonos por momentos a Agosto (2013), de John Wells, y basada en la obra teatral de Tracy Letts que recibe el mismo nombre, la película de Alan Ball se basa en la misma premisa, de una familia con secretos, que se ve obligada a estar unida tras la muerte del progenitor. Salvando las distancias, en esta ocasión contamos con que el personaje de Paul Bettany es homosexual y que la polémica se remonta a años atrás.

Aunque esté trillada su forma de grabar (es una road movie), Mi tío Frank llega a ser una película fácil de ver. Con una duración de apenas hora y media y diálogos dinámicos; encontramos un cine independiente que aboga por los derechos LGTBI+, con una trama que, como hemos dicho antes, anda a caballo entre la comedia y el drama. Por suerte, la parte dramática no peca de lacrimógena ni de excesos, fluye con naturalidad dejando un buen sabor de boca. Por no hablar de la importancia que tiene que Paul Bettany posea papeles protagonistas, un eterno secundario que una vez más demuestra que puede ser capaz de llevar todo el peso de una película. 

Mi tío Frank y la importancia de tener un ejemplo para seguir

La trama está basada en hechos reales del propio Alan Ball. Además de que en su propia vida, Peter Macdissi es su pareja. Esta trama en cuestión surgió de una impactante conversación que el mismo Alan Ball mantuvo con su madre, cuando ya en la treintena le confesó que era homosexual. “Cuando se lo dije, ella me respondió: «creo que tu padre también era así». En ese momento él ya había fallecido y esa revelación me dejó impactado. Al día siguiente, mientras pasábamos junto a un lago con el coche, me contó que un amigo muy íntimo de mi padre se había ahogado allí cuando ambos eran muy jóvenes. Era alguien de quien yo no había oído hablar jamás, a pesar de haber significado mucho en su vida”.

PUBLICADO POR:

¿QUIERES COMPARTIR ESTE POST?

DEJA UN COMENTARIO

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *