Mank, lo último de David Fincher (Seven, El curioso caso de Benjamin Button o las series de televisión House of cards o Mindhunter) es una gran apuesta de Netflix para la venidera edición de los Oscar; Mank es una notable, que no sobresaliente, película que puede triunfar en los premios del cine por antonomasia; Mank es la confirmación de Gary Oldman como actor de élite, aunque no fuera reconocido como tal hasta que en 2018 recibiera la venerada estatuilla por su prodigioso papel de Winston Churchill en el filme El instante más oscuro (Darkest hour) que dirigiera Joe Wright. «No encarna a Churchill, sino que, directamente, se convierte en Churchill«, escribió Alberto Luchini en su crítica en El Mundo. En definitiva, Mank podría ser la excusa perfecta para que David Fincher y los Oscar hicieran las paces.
Se agradece que la fotografía de Mank sea en blanco y negro. Así se mimetiza mejor con la época en que está radicada, entre finales de los años 30 y mediados los 40. También se fideliza con el tipo de cine que quienes crecimos bajo su brazo protector recordamos, de aquella infancia en la que la familia se sentaba ante la televisión para ver, sufrir, disfrutar, reír, soñar… con los Tyrone Power, Burt Lancaster, Ava Gardner o Bette Davis, solo por citar algunos ejemplos de artistas que formaban parte del firmamento de Hollywood. El mismo Hollywood que, una vez más, es retratado por sí mismo, mostrando sus entrañas, sus rincones oscuros y los brillantes, mezclando su glamour con sus miserias y su papel relevante en el juego de la política estadounidense y en los procesos electorales, como la cruenta y sucia batalla vivida en los comicios a gobernador de California entre Frank Merriam y Upton Sinclair.
Mank es un drama en el que el epicentro lo acapara el excéntrico guionista y crítico cinematográfico, Herman J. Mankiewicz (Nueva York, 7 de noviembre de 1897; Hollywood, California, 5 de marzo de 1953), quien destacó por sus borracheras y verborrea fácil, pero también por ser el coguionista con Orson Wells de la mítica Ciudadano Kane (Citizen Kane), dirigida por este, y motivo de culto tanto en el ámbito cinematográfico como en el periodístico. Mank, como era conocido, aparece en la película de Fincher herido con una pierna rota, tras un accidente de tráfico que le ha postrado en una cama. Durante su proceso de rehabilitación física y, también, de su adicción al alcohol en Victorville, California, el guionista tiene la tarea pactada bajo contrato de escribir el referido guion del filme que posteriormente inmortalizaría Wells. Durante esta etapa creativa de Mankiewicz asistiremos a momentos complejos de la historia de Hollywood, de su esplendor, de la era dorada de los grandes estudios: Metro Goldwin Mayer, Paramount, Warner Brothers o RKO. El presente del guionista y su pasado, recordado a través de varios flashbacks, viajan paralelamente con los de Hollywood y con el proceso creativo de Ciudadano Kane.
Sabido es, y no es spoiler, sino historia del cine, Ciudadano Kane (1941) fue estrenada por RKO, también producida y protagonizada por un jovencísimo pero avispado Orson Welles, que solo pudo ganar un Oscar, precisamente a Mejor Guion Original, que curiosamente no fue recogido por ninguno de sus autores. La película tuvo nueve nominaciones.
En esta historia sobre el Hollywood clásico, como era de esperar, aparece la figura de quien fue la fuente de inspiración de Ciudadano Kane, el magnate de la prensa, periodista, editor, publicista, inversionista, político y uno de los hombres más poderosos de Estados Unidos, William Randolph Hearts, sutilmente interpretado por Charles Dance. Otros personajes influyentes de la industria hollywoodiense como Louis B. Mayer, cofundador y presidente de la Metro, o el brillante productor Irving Thalberg ocupan un sitio destacado en la trama.
Mank está basada en un guion de Jack Fincher, padre de David Fincher. Está producida por Ceán Chaffin, Douglas Urbanski y Eric Roth, y además de los mencionados Gary Oldman y Charles Dance, está protagonizada por Amanda Seyfried, Lily Collins, Arliss Howard, Tom Pelphrey, Sam Troughton, Ferdinand Kingsley, Tuppence Middleton, Tom Burke, Joseph Cross, Jamie McShane, Toby Leonard Moore y Monika Gossmann.