Durante más de dos horas, Jon Garaño, Aitor Arregi y José Mari Goenaga, sobre un guion coescrito por este último y Luiso Berdejo, nos presentan este drama histórico, basado en el hecho real de lo sucedido a los recién casados Higinio y Rosa, quienes a los pocos meses de su boda se encuentran con el estallido de la Guerra Civil. La desdicha llega a todo el país pero en La trinchera infinita nos acerca a la que le sobrevino a este matrimonio, que se vio seriamente amenazado en su propio pueblo. Sobre todo en la persona de Higinio. Este, con la ayuda de su mujer, decidirá utilizar un agujero cavado en su propia casa como escondite provisional. El miedo a las posibles represalias y el amor que sienten el uno por el otro les condenarán a un encierro que se prolongará durante más de 30 años.
La trinchera infinita es una microhistoria dentro de la gigantesca historia de un país que se empeñó en destrozarse, y por ende a su gente. La trinchera infinita no es una película de buenos y malos, de héroes o villanos, de ganadores o perdedores… Es una muestra más de a lo que puede llevar la intransigencia humana, de lo que pasa cuando la fuerza se quiere imponer a la razón; la violencia al diálogo. Es plausible que en el cine español se estén creando historias, basadas en hechos reales (en su mayoría) o de ficción, que traten el conflicto bélico español y sus consecuencias desde una perspectiva alejada del maniqueísmo que siempre nos ha caracterizado. Y, todo lo contrario, ahonde en el ser humano, en el sufrimiento baldío, en la sinrazón del odio.
La música es de Pascal Gaigne, rememorando en ocasiones a la que en las distintas etapas vitales de Higinio se escuchaba mientras él ejercía de topo. Memorables son los variados silencios sonoros, de muchos momentos, más potentes que la misma musicalidad. Y la fotografía de Javier Agirre Erauso nos ayuda a empatizar con los personajes en esta inquietante puesta en escena en la que las interpretaciones de los protagonistas, Antonio de la Torre y Belén Cuesta (¿futuros Premio Goya?), suponen el complemento ideal para un trabajo excelente.
Los referidos Antonio de la Torre y Belén Cuesta encabezan un reparto en el que también están Vicente Vergara, José Manuel Poga (genial una vez más), Emilio Palacios, José María del Castillo o Carlos Bernardino.
Esta coproducción de La Claqueta PC, Manny Films, Irusoin y Moriarti Produkzioak estuvo en el Festival de San Sebastián 2019, obteniendo destacadas críticas y cuatro premios: la Concha de Plata a la Mejor dirección y al Mejor guion, el Premio Feroz a la Mejor película y el Premio Irizar al Cine Vasco.La trinchera infinita nos lleva a un viaje oscuro por la parte más negra de la historia de un país, al anonimato y al olvido voluntarios de Higinio, y al sufrimiento de una familia destrozada. Durante 140 minutos, el filme es capaz de mantener la tensión, provocando el interés del espectador por conocer el futuro de sus personajes. Ahí, tanto Antonio de la Torre como Belén Cuesta juegan un papel clave.