Si pudiéramos definir la última película de Martin McDonagh, el menor calificativo que deberíamos utilizar es el de obra maestra. El mundo no se merece una película como Tres anuncios en las afueras. No te merecemos, Mildred.
Con momentos tarantinescos, la película nos regala las situaciones más dolorosas a la par que cómicas. Es increíble la dulzura con la que se pueden dar dos situaciones totalmente yuxtapuestas sin pecar en el exceso: como no eres capaz de dejar de llorar justo cuando hace un segundo no parabas de reír. Tres anuncios en las afueras te encoge el corazón, para destrozártelo y volvértelo a unir, y recorrer ese círculo una y otra vez, como si de una tragicomedia griega se tratase.
La estética, que nos podría recordar a títulos como Fargo o Inside Llewyn Davis (se notan las raíces Coen de la película), influye mucho en la trama. Las luces, el paraje y la elección de planos la hacen una delicadeza audiovisual.
Por su parte, el guión es un “plot twist” (giro de guión) continuo. No para de sorprender en ningún instante, no te deja respirar y mucho menos parpadear. Guión destinado a un nombre propio: Frances McDormand. La trama gira alrededor de la historia de Mildred Hayes, una madre que alquila tres vallas de anuncios para llamar la atención sobre el crimen sin resolver del que su hija fue víctima.
Sin desprestigiar a ninguno de los actores del elenco, de los cuales cabe decir que tienen su papel vital en la trama, la representación de McDormand es simplemente espectacular. Es increíble cómo es capaz de desmenuzarte sin hablar, sin cambiar su constante expresión de fruncimiento de ceño. Todo está en relación con ella, incluidas las subtramas que llegan a converger en la principal y que provocan que de los 115 minutos que dura la película, no te sobre ni un instante.
El film está en constante crecimiento, a la par que sus personajes, sufridores y desengañados de la vida que luchan por sobrevivir en un mundo que solo les pone trabas; justicia, dulzura, nostalgia y humor son algunos de los pilares sobre los que ha nacido esta historia, y que la hacen ser una clara triunfadora del porvenir que se le plantea.