María Pérez Sanz ha presentado a concurso en el Festival de Cine de Sevilla una romántica historia sobre Karen Blixen, escritora danesa que firmaba sus obras con el seudónimo, entre otros, de Isak Dinesen. La realizadora extremeña, licenciada en Comunicación Audiovisual y diplomada en Dirección Cinematográfica por la ECAM, exhibe su segunda película, tras Malpartida Fluxus Village. Karen, que es como se llama su último trabajo, participa en la Sección oficial.
Hablamos de un drama radicado en África en las primeras décadas del siglo XX; de un retrato íntimo de los últimos tiempos en el continente africano de la danesa Karen Blixen, autora, entre otras, de la novela llevada posteriormente al cine por Sydney Pollack, en 1985, y ganadora de siete Oscar, Out of Africa (Memorias de África). Su trama se centra en la particular relación de la novelista con su criado somalí Farah Aden. Una amistad en la que las diferencias que existen entre ambos y que parecen insalvables se convierten en elementos de unión. «Somos una unidad de destino… es una de las personas que más quiero en el mundo», dice en un momento del filme el personaje de Blixen.
“Yo no tenía mucho interés en su figura –aclara María Pérez Sanz en relación con la escritora danesa-. Apenas la conocía por la película de Sidney Pollack, con Meryl Streep. Quería rodar una película en el paisaje extremeño, en la dehesa, una historia de colonos en África. Y en cuanto empecé a desplegar un poco de vestuario, su figura se me apareció súper nítida”.
La película es una exposición de la historia narrada a través de viñetas de luz cristalina puntuadas por la música de la cantante Christina Rosenvinge, quien además tiene uno de los papeles protagonistas junto con Alito Rodgers Jr. e Isabelle Stoffel. “Parábolas o viñetas. Nunca pensé en esa idea –comenta al respecto la directora-, pero puede tener sentido porque la película viene muy marcada por el guion. No recoge causas, solo efectos. Nos metemos directamente en un solo momento de la historia de Karen en África. Todas las escenas vienen inspiradas por algún documento, por alguna carta… Todo gira alrededor de eso, creando esa sensación de parábola”.
Han producido Karen Ignacio Salazar-Simpson y Bárbara Gut, con la producción ejecutiva de Ricardo Marco Budé, Carlos Segovia Martín, Irene Ramos Ballesteros y Cristina Hergueta Garde para Redantfilms y Obra La Belleza AIE. Karen ha sido coescrita por la misma María Pérez Sanz y Juan Carlos Egea. La fotografía es de Ion de Sosa, y en la composición de la música, como decimos, ha intervenido Christina Rosenvinge. Sobre esta afirma que tenía claro desde el principio su idea de que se encarnara en la figura de Karen Blixen, aunque el trayecto hasta llegar a ella no fuese directo. “No podía obviar el hecho de que es danesa –comenta-. Además es cantante y su imaginario musical tiene muchas conexiones con el imaginario de Isak Dinesen”. Reconoce que primero “le propuse hacer la música de la película. Así fue como pude conocerla más, y sabiendo si ella quería ser Karen; yo ya lo deseaba. Todo empezó trabajando con la música. Nos fuimos haciendo amigas. Un día se lo pregunté y aceptó”. Sobre la interpretación de Christina Rosenvinge puntualiza que “no quise nunca que fuese una actriz que interpretara un personaje. Quería filmarla y que fuese ella, y que por su boca saliesen las palabras de Karen”.
Karen fue rodada en solo 10 días, “en 16 milímetros y en unas condiciones muy extremas. Quisimos que todo el material apareciera en la película, que prácticamente nada se quedara fuera, y así ha sido”, explica.
Sobre el espíritu y la forma de presentar a Karen, María Pérez Sanz declara que “no hago mucha diferencia entre documental y ficción. Podría ser una ficción en el momento en que personas interpretan personajes, pero no nos hemos inventado apenas nada en la película. Hemos bebido en todo momento de innumerables fuentes; sobre todo de los escritos de Karen, de sus cartas desde África, que no estaban destinadas a publicarse”. En este sentido confirma que “la película está plagada de documentos, de historias… Incluso, más adelante, el documental se cuela de una manera más evidente. No está alejada del documental ni es una ficción al uso”.
“Una idea formal que teníamos era darles importancia al paisaje y a la relación de los personajes en el paisaje. Conforme avanza la película y la relación de Karen con Farah se desarrolla se va acabando en una película de primeros planos, más expresiva”, concluye.
