El talento de Lady Gaga era más que reconocido. Con una voz y un carisma desorbitados, gracias a los cuales se hizo con el mercado musical hace ya 10 años. Pero lo de Bradley Cooper ha sido la gran sorpresa de Ha nacido una estrella.
El actor, que además de ser protagonista, en esta instancia hace de productor, director y guionista, destaca más en estos tres ámbitos que en su interpretación. No es porque sea del todo negativa, sino porque se ve eclipsada por momentos por la voz, que no actuación, de Gaga. También es importante conocer que Cooper, como el protagonista, confesó en alguna ocasión que él también tuvo problemas con el alcohol y las drogas, por lo que le da más importancia a su interpretación.
La sorpresa más grata de su papel es cuando descubrimos la desgarradora voz que tiene, la mano que tiene para componer canciones y además, para interpretarlas. Quizás, realmente la estrella que ha nacido es Bradley Cooper en su mejor papel: el de director.
En cuanto a Gaga, su dulzura va más allá del film. Ninguna artista hubiera interpretado mejor el papel de Ally que ella misma. Su postura recuerda mucha a aquella Reese Whiterspoon sufridora que interpretaba a June Carter en La cuerda floja. En este caso, June tiene que pasar por un trance muy parecido al de Ally, ambas luchando en un mundo de hombres por sacar su carrera adelante y cuidar de una familia supeditada por las adicciones.
Por otra parte, el guión es cierto que no cuenta más allá de la historia de cómo una artista llega al éxito, pero si indagamos un poco más, encontramos un abanico de matices, desde la importancia que tiene una productora musical y la crítica a la misma, como la dificultad de enfrentarse a distintas situaciones teniendo problemas de adicciones. Todo esto pasando por el marco más importante de todos: el de que con amor, podremos enfrentarnos a cualquier cosa.
Desde mi punto de vista, lo mejor de todo el film es la banda sonora. Aparte de ser totalmente original, nos muestra el talento de ambos artistas gracias a canciones como ‘Shallow’, ‘I’ll never love again’ o ‘Maybe it’s time’. Por otra parte, el comienzo del film es excitante gracias a ‘Black Eyes’, el primer tema que interpreta Cooper.