Antes que nada he de aclarar que el cine de Clint Eastwood me gusta, y mucho. A pesar de esas voces críticas que se empecinan en empequeñecer sus dotes de realizador. Cry Macho, posiblemente, no pasará a la historia de la cinematografía como una película recordada por los cinéfilos. Pero resulta que es una obra de este nonagenario cineasta que lleva muchísimo tiempo en primera línea, como actor/director, atacado injustamente desde su época del spaghetti western, después como Harry Callahan en la saga de Harry el sucio, y últimamente con sus propias obras. Efectivamente, tiene admiradores, y muchos.

Clint Eastwood merece un respeto. Sus películas son, en su mayoría, trabajos que rinden culto a la bondad del ser humano. Al menos a la búsqueda de esa bondad que en demasía se hace esperar. Y, como digo, me gusta aquello que lleva su firma y sello. Tanto en lo que él mismo se pone delante y detrás de la cámara (Escalofrío en la noche, Gran Torino, El fuera de la ley, Jinete pálido, Los puentes de Madison, Sin perdón, Million Dollar Baby -estas dos últimas ganadoras del Oscar a la Mejor Película y al Mejor Director-…), como cuando su misión es dar forma a un producto cinematográfico (Mystic River, Bird, Banderas de nuestros padres, Cartas desde Iwo Jima…).
Cry Macho, como todas las películas de Clint Eastwood, encierra una moraleja y nos envía un mensaje de vida. Cry Macho es una historia sobre la soledad, la edad, el mestizaje, las relaciones entre padres e hijos… Nuevamente, una película del realizador estadounidense nos pasa revista y nos dice que aunque el mal está presente en la sociedad es mejor y más reconfortante ayudar a los demás y hacer el bien.

Cry Macho es una road movie protagonizada por Mike Milo, una ex estrella del mundo del rodeo que reside en Texas, y Rafael, un chaval de 13 años que vive con su madre en Ciudad de México, separada de su padre, un rico hombre de negocios que los abandonó a los dos. Pero un día decide que su hijo ha de volver a su lado y arrebatárselo a su progenitora.
Y ahí entra el anciano pero intrépido Mike Milo, que se ve forzado por su amistad con el padre del adolescente a ir a buscarlo a Ciudad de México y llevarlo con él de vuelta a Texas.
Clint Eastwood dirige esta película basada en una novela de N. Richard Nash adaptada al guión cinematográfico por el mismo escritor y Nick Schenk.
El mismo Eastwood, sin perder su capacidad de seducción a pesar de sus 91 años, ni su espíritu aventurero, protagoniza Cry Macho, encabezando un reparto en el que también están Eduardo Minett, Natalia Traven, Fernanda Urrejola, Dwight Yoakam, Sebestien Soliz, Horacio García Rojas, Daniel V. Graulau, Ana Rey, Brytnee Ratledge, Paul Lincoln Alayo, Alexandra Ruddy, Amber Lynn Ashley y Joe Scoggin.
La música ha sido compuesta por Mark Mancina, la fotografía es de Ben Davis y la producción ha corrido a cargo de Malpaso Productions, Albert S. Ruddy Productions, Daniel Grodnik Productions y QED International. Distribuye Warner Bros. y HBO Max.